Clasificación de las Habilidades Directivas.
Las habilidades directivas se encuentran clasificadas en cuatro rubros principales:
2. Habilidades interpersonales e intrapersonales.
Representan aquellas cualidades y características que nos permiten relacionarnos de buena manera con las personas que nos rodean, así tener un mejor control de nosotros mismos, tiene la finalidad de entender las emociones y pensamientos, y en base a ello, lograr una mejor convivencia.
Un ejemplo de este tipo de habilidad es la Inteligencia emocional y habilidades sociales.
La cual invita al individuo a tratar de saber relacionarse con los demás, conseguir establecer lazos fuertes… El directivo debe dominar las competencias de la inteligencia emocional: autoconocimiento, autocontrol y automotivación; y las de la inteligencia social: confianza en el grupo, escucha activa, aportar experiencia…
3. Habilidades de grupo.
Representan aquellas habilidades que nos garantizan una mejor calidad de la labor realizada, además de incentivar el continuo aprendizaje y crecimiento del individuo a través de la interacción con los demás.
Un ejemplo de este tipo de habilidad es el Liderazgo.
Implica saber influenciar y alinear a los demás hacia un
determinado fin mediante la motivación. El directivo debe tener un estilo de
liderazgo único y definido.
Tienen como objetivo principal la facultad de comprender mensajes recibidos de distintos grupos de trabajo en los que participamos y del entorno en que nos encontramos, así como se invita a que el individuo pueda expresar sus ideas, opiniones, necesidades e intereses de manera adecuada, y en base al contexto utilizado.
Un ejemplo de este tipo de habilidad es la Asertividad.
Es una forma de interactuar con los demás, respetándonos a
nosotros mismos y a ellos. El directivo debe saber mantenerse en su lugar y comunicarse de
forma razonada. Debe comprender que no se pueden sacrificar los derechos de los
demás por los suyos, ni los suyos por los de los demás.
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